Con virus, malware y ataques cada vez más frecuentes en la red, la oferta de Avast parece difícil de rechazar. Esta compañía checa ofrece desde hace años un antivirus completamente gratuito para Windows, Mac y Android, una suite de seguridad permanentemente actualizada que se ha descargado ya en más de 435 millones de dispositivos en todo el mundo. No tiene tantas funciones como un antivirus de pago, pero promete protección básica al navegar y descargar archivos de la red.

¿Demasiado bueno para ser verdad? Ha resultado ser que sí. Una investigación de Motherboard y PC Mag ha revelado la fórmula de la rentabilidad de Avast. No cobra por este antivirus básico pero vende a terceros información muy detallada de sus usuarios desde una empresa subsidiaria, Jumpshot.

La granularidad de los datos es impresionante. Las extensiones de Avast para el navegador o las aplicaciones instaladas en el sistema registran cada movimiento de ratón y cada enlace pulsado por cada usuario. Esos datos se agregan y se ‘anonimizan’, en teoría, eliminando la información personal del usuario, pero manteniendo un identificador único para cada cuanta.

Jumpshot vende este paquete de datos a grandes empresas interesadas en investigar cómo interactúan los usuarios con sus webs (cuánto tiempo pasan mirando la web antes de comprar un producto, por ejemplo, o qué botón es el que prefieren para completar una compra). Entre los clientes de los que presume Jumpshot figuran gigantes de la talla de Microsoft, Google, Amazon, Home Depot, Pepsi, la consultora McKinsey o IBM, si bien Microsoft e IBM han asegurado que no tienen relación comercial alguna.

El problema de estos datos, explican los investigadores, es que el nivel de detalle es tan elevado que no resulta difícil saber quién está detrás de cada número de identificación. Para una empresa como Amazon es trivial enlazar el comportamiento de un usuario en su web con un nombre y dirección real. Basta con que compare estos datos supuestamente anónimos con su base de datos interna que especifica quién compró un producto determinado en una fecha y hora concreta.

Con la identidad de la persona despejada, puede investigar sus hábitos en la red. Descubrir el tipo de búsqueda que realiza, los términos utilizados o el comportamiento en la web de sus competidores. En otras web sucede algo parecido. Basta que el usuario esté registrado de alguna manera en alguna de ellas para adjudicar un nombre real a ese número supuestamente anónimo de cada cuenta. La base de datos a la que Jumpshot vende acceso presume de tener más de 100 millones de usuarios únicos.

Jumpshot ha comercializado estos datos en diferentes paquetes y con diferentes grados de acceso.

Uno de sus productos, por ejemplo, permite centrarse en los términos de búsqueda que utilizan los usuarios en la web. Dado que se trata de una extensión instalada en el sistema no sirve de nada que un usuario navegue en modo incógnito. Los términos que busca quedan igualmente asociados a la identidad.

La empresa también ha ofrecido al menos a una compañía (el gigante de marketing Omnicom), acceso a toda la información por un contrato anual de 6,5 millones de dólares. Omnicom tiene una plataforma, Annalect, que agrega información y datos de varias fuentes para que las empresas puedan identificar y seguir el comportamiento de sus clientes de forma más efectiva.

Avast asegura que ha dejado de recolectar datos de los usuarios a través de las extensiones de navegador salvo con propósitos de seguridad. Hace unos meses, de hecho, sus extensiones desaparecieron temporalmente de los directorios de Google y Mozilla. Sí sigue recolectando estos datos, sin embargo, desde la aplicación de antivirus tanto en móvil como en ordenadores convencionales.

Los usuarios, explican desde Avast, pueden elegir no compartir los datos de navegación con Jumpshot desde el panel de configuración de la app. Para nuevas instalaciones la recolección de datos está desactivada por defecto salvo que el cliente elija participar y en las próximas semanas pedirán consentimiento de los usuarios que ya tienen Avast instalado.

Origen: elmundo.es